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Noticias | 9 de octubre de 2023

El mes de octubre está marcado por el movimiento mundial conocido como Octubre Rosa, que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de la detección temprana y el tratamiento del cáncer de mama. Es nuestro deber abordar este tema relevante. Hoy exploraremos cómo la práctica de ejercicio físico no sólo como forma de prevención, sino también cómo puede ser un valioso aliado para quienes ya están en tratamiento. Además, discutiremos cómo el movimiento y el autoexamen son cruciales para el diagnóstico temprano y cómo afrontar el cáncer con positividad y esperanza.


Los estudios científicos han demostrado consistentemente que el ejercicio físico regular está directamente relacionado con la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de mama. El ejercicio ayuda a mantener un peso saludable y regular los niveles hormonales, dos factores clave para prevenir la enfermedad. Además, la actividad física fortalece el sistema inmunológico, haciéndolo más eficiente a la hora de identificar y destruir las células cancerosas.

Investigación publicada en British Journal of Sports Medicine demostró que las mujeres que hacen ejercicio regularmente tienen un riesgo 13% menor de desarrollar cáncer de mama en comparación con aquellas que están físicamente inactivas. Por eso, incorporar una rutina de ejercicios a tu vida diaria puede ser una de las mejores medidas preventivas que puedes tomar.

Para quienes ya están en tratamiento contra el cáncer, el ejercicio físico puede ser un valioso aliado. Es importante tener en cuenta que cada caso es único y cualquier plan de ejercicios debe desarrollarse en consulta con profesionales de la salud. Sin embargo, cuando se realiza bajo la orientación adecuada, el ejercicio puede aportar numerosos beneficios. Vea:

Reducción de fatiga: El tratamiento del cáncer a menudo provoca fatiga extrema. El ejercicio regular puede ayudar a combatir esta fatiga y aumentar la energía.

Mejora de la Calidad de Vida: La actividad física puede mejorar la calidad de vida durante el tratamiento, reduciendo síntomas como la ansiedad y la depresión.

Fortalecimiento de músculos y huesos: El ejercicio de resistencia puede ayudar a mantener la fuerza muscular y la densidad ósea, reduciendo el riesgo de complicaciones asociadas con el tratamiento.

Control de peso: Mantener un peso saludable durante el tratamiento es importante para su eficacia y el ejercicio puede ayudar en este sentido.

Diagnóstico temprano: la clave del éxito

Octubre Rosa también enfatiza la importancia del diagnóstico precoz. El autoexamen y los exámenes periódicos son fundamentales en este proceso. Anima a las mujeres a realizarse un autoexamen, hacer lo mismo con regularidad y acudir al médico si detectan algún cambio en sus senos. Si tienes dudas pide cita. Las estadísticas muestran que el cáncer de mama, cuando se diagnostica en una etapa temprana, tiene una tasa de supervivencia mucho mayor.

Octubre Rosa nos recuerda que “Algunos movimientos pueden salvarle la vida”. Practicar ejercicio físico es una poderosa herramienta en la prevención del cáncer de mama y puede ser un valioso aliado durante el tratamiento, así como algo de movimiento por cuenta propia puede ser el primer paso hacia una vida tranquila en este sentido. Además, el diagnóstico precoz, mediante autoexámenes y exámenes periódicos, es fundamental para aumentar las posibilidades de curación. ¡Y aumentan mucho!

Es importante recordar que un diagnóstico de cáncer no es una sentencia de muerte y muchas personas superan con éxito esta enfermedad. La positividad, el apoyo de familiares y amigos y la adopción de un estilo de vida saludable son elementos clave para afrontar esta batalla con esperanza y determinación.

Este Octubre Rosa, crea conciencia y promueve la salud. Juntos podemos marcar la diferencia en la lucha contra el cáncer de mama.

Etiquetas

  • bienestar
  • Movement Fitness

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